Santo Entierro
Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Calzada de Calatrava (Ciudad Real)
La primera constancia documental de la existencia de la procesión del Santo Entierro se remonta al siglo XVIII. Ésta pertenecía a la Hermandad y Esclavitud del Santísimo Cristo Salvador del Mundo. Según sus libros de cuentas, la Junta de hermanos decidió, con fecha de 25 de marzo de 1765 traer desde Siruela (Badajoz) una imagen de Cristo yacente y una Dolorosa, junto con otros elementos que ya habían sido encargados con anterioridad, todo ello destinado a la representación del Descendimiento de la Cruz y deposición de Cristo muerto en su urna sepulcral, que se celebraba en la ermita del Salvador, así como para su posterior procesión. El Cristo era una talla de brazos articulados de la que no consta el nombre de su autor. Estas adquisiciones sumaron un importe de 2.414 reales, que terminaron de pagarse a plazos el 17 de septiembre de 1769.
Dicha Función y procesión se vino desarrollando sin interrupción hasta el advenimiento de la primera guerra Carlista, cuyos efectos fueron especialmente virulentos en la Villa de la Calzada. La actividad de las diversas hermandades quedó suspendida. Será el 2 de febrero de 1847 cuando la Junta de hermanos de la Cofradía y Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno, solicite la cesión y propiedad de la imagen con el anhelo de recuperar la celebración del Descendimiento y procesión del Santo Entierro. Para ello se comprometen sufragar de sus fondos la restauración de la talla, que llevó a cabo el maestro pintor Don José Vega, vecino de Almagro, así como los gastos derivados de su culto. A partir de entonces pasó a ser propiedad de esta Hermandad, trasladándose la imagen a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, donde tenía su sede.
En el año 1909 la Hermandad encarga al escultor valenciano Enrique Bellido Miquel la realización de una nueva Urna de caoba barnizada de estilo neo-renacentista. El 27 de julio de 1920, encarga al mismo escultor un paso de misterio, el primero que procesionó a rueda, representando el Descendimiento de Cristo, aunque no por eso dejó de representarse dicho misterio con la antigua talla encargada en Siruela.
La talla del Cristo yacente fue destruida en 1936; la urna sepulcral fue preservada de la destrucción por estar guardada en un desván particular y continúa procesionando en la actualidad.
(Si deseas compartir alguna fotografía para su publicación en este Blog, puedes enviarla a: lagredera@gmail.com)