Nuestra Señora del Buen Parto
Ermita de San Miguel
Pedro Muñoz (Ciudad Real)

Se desconoce el origen de esta ermita situada a unos 5 kilómetros hacia el sur del núcleo urbano; pudo fundarse, como otras tantas de la región, una vez consolidada la presencia cristiana tras la reconquista de estos territorios, para dar culto al Arcángel San Miguel, que fue su antiguo Titular, junto a una ruta pecuaria que cruzaba el río Záncara justo en aquel lugar. Su origen, por tanto, debió estar relacionado con la actividad ganadera.

A mediados del siglo XVII su culto estaba prácticamente extinguido y el primitivo edificio en ruinas. Por iniciativa de Don Juan de Ayuso Galindo, la ermita fue reconstruida terminándose en mayo de 1690. Fue este personaje quien estableció el culto a la Virgen del Buen Parto, fundándose su Cofradía en 1695. La sagrada efigie debió datar, por tanto, de esta época. En 1701 se dio por concluido el retablo, sufragado por Doña Josefa de Ayuso, hija del promotor. Su coste ascendió a 2000 reales de vellón. A partir de estas fechas el culto, la devoción y las romerías en honor a la Virgen del Buen Parto irán en aumento constante.

En 1900 se volvió a restaurar la ermita y sus dependencias con la ayuda económica de los vecinos de Pedro Muñoz.

En 1936 con el inicio de la guerra civil comenzó la época más aciaga del santuario, siendo éste profanado y quedando en unas condiciones lamentables. Un vecino de la población halló la cabeza de la sagrada efigie, sobre las aguas del río Záncara; pasada la contienda, se realizó una nueva imagen aprovechando esta venerable reliquia.

La fotografía que se reproduce más abajo pudo ser tomada a principios del siglo XX; en ella aparece la imagen dispuesta en unas pequeñas andas procesionales, quizás en el interior del templo parroquial de San Pedro Apóstol.

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