San Blas Obispo y Mártir 
Moral de Calatrava (Ciudad Real)

La ermita, que estuvo en su origen dedicada al Apóstol Santiago el Mayor, se sitúa a unos cuatro kilómetros al sur de la población dominando la extensa vega del río Jabalón.

Para el historiador Don Inocente Hervás su antigüedad se remontaría a la primera mitad del siglo XV. En los libros de visitas de la Orden de Calatrava hay constancia de la existencia en Moral de una Cofradía dedicada al Apóstol Santiago, que gestionaba un hospital propio en el año 1491. En el Censo de Hermandades del Conde de Aranda de 1771 consta que esta disponía de Constituciones y aprobación del Arzobispo de Toledo y su Consejo de la Gobernación.

En las respuestas al interrogatorio del Cardenal Lorenzana se da noticia del hallazgo de un “sepulcro de piedra tosca” durante la apertura de unos cimientos junto a la ermita, en el año 1775. Este dato parece indicar la existencia de restos arqueológicos antiguos en el subsuelo y entorno de la ermita. 

Aun sin existir un estudio sobre el edificio, se observan a simple vista dos partes bien diferenciadas: la más primitiva sería la nave rectangular construida de aparejo pintado con cal. De las tres puertas con que contó originalmente, la del norte se encuentra tapiada en la actualidad. Esta nave se cubre con sencillo artesonado de madera. La parte más moderna sería la correspondiente a la cabecera del edificio, que responde a la tipología barroca de iglesia cruciforme con testeros planos y cúpula encamonada hoy sustituida por bóveda de arista.

Tras la guerra de la independencia el templo y la plaza de toros octogonal contigua, debieron quedar en el abandono ya que en el año 1848 hay constancia documental de su estado ruinoso. En las décadas de 1860 - 70 el conjunto fue restaurado por la familia Echalecu Solance, propietarios de los terrenos sobre los que se levanta la ermita. Según sugiere el investigador local Don Tomás Fernández Moreno, sería en esta época cuando el templo realizaría el cambio paulatino desde su antigua advocación de Santiago a la actual de San Blas, en homenaje al clérigo Don Blas Echalecu Aldunate, chantre y canónigo de la catedral de Santiago de Compostela y miembro destacado de la familia propietaria.

La imagen de San Blas Obispo y Mártir que podemos ver en esta fotografía de principios del siglo XX saliendo de su ermita en procesión, fue destruida en 1936.

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