Cristo de la Misericordia 
Patrón de Castellar de Santiago (Ciudad Real)

El origen de esta hermosa talla que, por fortuna, ha llegado hasta nuestros días, está perfectamente documentado. El sacerdote Don Pedro Abarca Mejía, nacido en Castellar de Santiago en el año 1592 y párroco de la villa, viajó hasta la ciudad imperial de Toledo para tratar personalmente las condiciones y firma del contrato para la realización de la imagen. Ésta fue encargada al escultor Giraldo de Merlo (Flandes, 1574 - Toledo, 1620). Debía ser esculpida en madera maciza de pino de Cuenca; sus medidas habrían de ser de dos varas de altura y se entregaría con corona, cruz y rótulo, perfectamente encarnada y barnizada, para la víspera del miércoles de ceniza del año 1620. El contrato fue firmado con fecha de 27 de agosto de 1619.

Se trata, por tanto, de una de las últimas obras de este escultor de transición del renacimiento al barroco español, autor también de los retablos mayores de las catedrales de Ciudad Real y Sigüenza, y de la Basílica del monasterio de Guadalupe, en Cáceres.

Al estallar la guerra civil, durante el verano de 1936, la imagen fue profanada y arrojada desde su camarín al pavimento de la iglesia parroquial de Santa Ana, sufriendo grandes desperfectos. Fue hábilmente rescatada y, terminada la contienda, restaurada al menos en dos ocasiones.

La presente fotografía pudo haber sido tomada en torno al año 1940; aparece la imagen dispuesta en sus andas procesionales.

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(Fotografía: colección Fray Antonio Trujillo OFM Cap)