San Félix de Cantalicio
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad
Calzada de Calatrava (Ciudad Real)
El establecimiento de una comunidad de frailes Capuchinos junto a la ermita de la Virgen de la Soledad en la villa de La Calzada del Campo de Calatrava, fue deseo de Doña Beatriz Carrillo expresado en sus disposiciones testamentarias del 16 de enero de 1719. Los 4.000 ducados destinados a la construcción del nuevo convento no fueron caudal suficiente, por lo cual la Villa aceptó hacerse cargo de lo restante, proponiendo a la Orden una serie de condiciones que ésta aceptó el 18 de octubre de 1723. Éstas se orientaban en su mayoría a garantizar el auxilio espiritual del vecindario, aunque también limitaban el número de religiosos a 14 o 15. Se pondría por Titular a San Luís de Tolosa contra el deseo de la fundadora, que ordenaba en su testamento fuera San Félix de Cantalicio. Se establecía también un horario de apertura del templo, que no impidiera el régimen interno de la comunidad.
La Orden tomó posesión de la nueva fundación el 23 de agosto de 1727 y el 22 de mayo de 1729 se puso la primera piedra en un acto presidido por el Provincial de los Capuchinos de Castilla y por el Prior del Sacro Convento de Calatrava. Una serie de dificultades administrativas, promesas incumplidas y mano de obra poco cualificada, hicieron que las obras avanzasen con lentitud. La consagración de la iglesia habría de esperar hasta el 29 de septiembre de 1747 y todavía en 1752 ciertas zonas del convento continuaban sin cubrir. Será en la década de 1790 cuando se termine de edificar la última capilla de la iglesia, dedicada a San Francisco de Asís.
Tras estos azarosos comienzos, la permanencia de los Capuchinos en Calzada duró poco más de un siglo, ya que con la aplicación del Real Decreto de exclaustración del ministro Mendizábal del 25 de julio de 1835, quedó suprimida la comunidad. En la actualidad, los únicos vestigios que quedan en pie son la cabecera de la iglesia, muy transformada, y el edificio que fue sede de la Venerable Orden Tercera.
La imagen de San Félix de Cantalicio que podemos ver en esta fotografía obtenida en 1924 por el Beato Fray Andrés de Palazuelo (Capuchino), ocupaba una hornacina en la iglesia conventual. Por sus rasgos estilísticos (contraposto, torsión, plegados…) podría encuadrarse en la escuela barroca madrileña. Fue destruida en 1936.
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(Fotografía: archivo provincial OFM Cap de España)