Nuestra Señora del Carmen
MM. Carmelitas Descalzas
Ciudad Real

Fue fundado este monasterio por D. Antonio Galiana y Bermúdez, caballero de la Orden de Montesa, y su esposa Dª Isabel de Treviño, poniendo como Titulares del mismo a sus santos protectores: San Antonio Abad y Santa Isabel de Portugal. El 11 de febrero de 1596 se tomó posesión de la casa, y el 26 del mismo mes se puso el Santísimo Sacramento.

Fue su primera priora la Madre María de Jesús, procedente del Carmelo toledano y subpriora la Madre Lucía de San José, que había recibido el hábito en la fundación de Beas de Segura (Jaén) en 1575 de manos de Santa Teresa de Jesús. Más tarde, también llegaría a ser priora y maestra de novicias en Ciudad Real.

Fueron ilustres benefactores de este monasterio los Duques de Veragua.

La actual iglesia conventual se construyó en el siglo XVII en sustitución de otra anterior, a expensas de un noble de la Corte que fue víctima de una grave calumnia, en cumplimiento de un voto hecho a Santa Teresa de Jesús, por haberle librado del castigo que el rey había determinado aplicarle.

Al estallar la guerra civil de 1936, el convento fue profanado, sirviendo de cárcel y almacén. Sufrió innumerables daños materiales: el magnífico retablo barroco que presidía el altar mayor, fue pasto de las llamas junto con sus imágenes, entre las que se encontraba esta talla de la Virgen del Carmen, que podemos contemplar en la fotografía. Sin disponer de información sobre su procedencia o autoría, por los pocos documentos gráficos conservados y comparándola con otras esculturas de rasgos y características similares, bien podría pertenecer a la escuela madrileña.

Al pie de la lámina impresa por “Ar-Graf. de Enrique Pérez”, puede leerse lo siguiente:

“ORACIÓN ¡Oh beatísima e inmaculada Virgen, decoro y esplendor del Carmelo! Vos que miráis con ojos de particular bondad a los que visten vuestro sagrado hábito, guardadme benignamente y cubrirme con el manto de vuestra maternal protección. Fortificad mi flaqueza con vuestro poder; iluminad las tinieblas de mi entendimiento con vuestra sabiduría; aumentad en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adornad mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre agradable a vuestro divino Hijo a Vos. Asistidme en vida, consoladme en la muerte con vuestra amabilísima compañía y presentadme a la augustísima Trinidad como a un hijo vuestro y siervo devoto, para alabaros eternamente y bendeciros en el paraíso. – Amén.  (Récese  tres Ave Marías y Gloria Patri).

Nuestro Santísimo Padre el Papa León XIII, por decreto del 16 de Enero de 1886, concedió 200 días de indulgencia cada día, a los fieles que con corazón contrito rezasen la precedente oración”.

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(Fotografía obtenida el día 20 de diciembre de 2024 en: https://elsayon.blogspot.com/2017/07/oracion-la-virgen-del-carmen.html)