Cristo del Valle (de Santa Elena) 
Patrón de San Carlos del Valle (Ciudad Real)

Según los estudios realizados hasta la fecha, este santuario pudo tener su origen hacia la primera mitad del siglo XIV, una vez consolidada la presencia cristiana en estos territorios pertenecientes a la Orden de Santiago. Las primeras referencias documentales datan del siglo XV; en los libros de visitas de la Orden, es mencionada la ermita de Santa Elena del Puerto, sujeta a la administración civil y eclesiástica de la Villa de Membrilla. En 1498 no gozaba de ninguna renta. Sin embargo, a partir de 1507 comienza una sucesión de mejoras y ampliaciones en el edificio, merced a la prosperidad económica de Membrilla y al aumento del culto en honor a la Santa Cruz, muy vinculado al de Santa Elena, por parte de las poblaciones limítrofes.

El punto de inflexión en la historia de este lugar se producirá en torno al año 1640, con el descubrimiento de una imagen de Cristo Crucificado dibujada bajo el enfoscado de una pared contigua a la ermita. Este hecho pronto fue adornado con rasgos milagrosos, lo que atrajo rápidamente la atención de un sinnúmero de devotos que acudían desde toda la región, depositando allí cuantiosas donaciones. Ello propició la construcción de una primera capilla en el lugar del hallazgo, que fue terminada en el año 1700. A partir de esa fecha se comenzó a proyectar la construcción de una gran iglesia de nueva planta, que estuviese en consonancia con la importancia del lugar como meta de peregrinaciones. Esta pudo levantarse en gran parte, gracias a las disposiciones testamentarias del presbítero Don Antonio Núñez de la Rubia, entre los años 1713 y 1729. Construida en ladrillo, tiene planta de cruz griega y sus volúmenes le confieren un aspecto monumental, a pesar de su modesto tamaño. Destaca en ella su gran cúpula central sobre tambor, flanqueada por cuatro torres ochavadas, cubiertas con chapiteles de pizarra.

Debido al aumento constante de la población y a la masiva afluencia de peregrinos, se construyó la llamada “Casa Grande de la Hospedería” y una gran plaza a modo de atrio o lonja para la iglesia, donde pudieran desarrollarse actos religiosos y lúdicos, como procesiones, comedias y espectáculos taurinos. Por su situación en el Camino Real de Andalucía, se benefició de las políticas colonizadoras de las nuevas poblaciones creadas durante el reinado de Carlos III. Su regular entramado urbano, fue trazado por Pablo de Olavide.  En diciembre de 1800 obtiene de Carlos IV la independencia de Membrilla.

La sagrada efigie del Cristo, dibujada a carbón o grisalla, fue destruida en 1936 junto con cuatro retablos barrocos que la iglesia poseía, un órgano, un valioso archivo parroquial y un importante número de ornamentos y exvotos de gran valor histórico.

La presente lámina, de estilo modernista, es de finales del siglo XIX o principios del XX y fue impresa por la firma Mendoza en Valdepeñas. Aparecen en ella dos versos populares que narran los dos milagros más famosos atribuidos al Santo Cristo del Valle, y que tuvieron como protagonistas a Agustín Romero y Miguel de Castellanos.

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(Lámina: colección José Vicente Rodríguez Bellón)