Ntra. Sra. (de la Encarnación) de Peñarroya
Patrona de Argamasilla de Alba y La Solana 
(Ciudad Real)

Su santuario se ubica en el interior del Castillo de Peñarroya, fortaleza de origen presumiblemente musulmán levantada al borde de un desfiladero por donde discurre el río Guadiana, en su margen derecha. La fortaleza fue conquistada por Don Alonso Pérez de Sanabria el 8 de septiembre de 1198 y el 17 de junio de 1215 pasó a ser posesión de la Orden de San Juan de Jerusalén por donación de Enrique I, convirtiéndose en el siglo XIV en la encomienda con mayor poder económico de la Orden, merced al cobro de diezmos y arrendamiento de pastos.

Dejando a un lado las leyendas que tratan de justificar la presencia de la imagen de la Virgen en este lugar, todo parece indicar que comenzó a recibir culto hacia finales del siglo XIII en un reducido local del castillo acondicionado como capilla, que aún se levanta en el patio de armas al borde del desfiladero. Allí sería venerada hasta finales del siglo XVI, época en la que los alcaides abandonaron la fortaleza como lugar de residencia. 

A mediados del siglo XVII se comenzó a construir la actual ermita adosada al muro norte, aunque fue en las primeras décadas del XVIII cuando recibió las mejoras y ampliaciones que le confirieron su actual aspecto. Se trata de una nave rectangular cubierta con bóveda de cañón con lunetos y de cuarto de esfera en el presbiterio. Dispone de sacristía, camarín y tribuna, y alberga un interesante conjunto de pinturas murales de estilo barroco, con temas alegóricos marianos e inmaculistas. Conserva también un retablo churrigueresco realizado por Joseph Mollor, por el cual se pagaron 1.387 reales, que fue jaspeado y dorado a finales del siglo XVIII. 

La primitiva imagen de la Virgen, destruida en 1936, era una escultura sedente de madera policromada y datada del siglo XIII, fecha más allá de la cual no puede tener origen su culto. Podemos verla en esta fotografía revestida con los ornamentos tradicionales y cobijada bajo su característico baldaquín o templete barroco. Concretamente éste, era el usado durante sus estancias de cuatro meses en La Solana, siendo muy similar al usado para el mismo fin en Argamasilla de Alba.

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(Fotografía obtenida del libro “La Solana, un siglo en imágenes (1897-1997)” de Antonio García-Cervigón Torres. Tomo I)