Nuestra Señora de la Carrasca
Patrona de Villahermosa (Ciudad Real)
El origen del santuario debió remontarse a los primeros años de la reconquista. En los libros de visitas de la Orden de Santiago de los años 1494 y 1498 ya se menciona la existencia de la ermita como un edificio humilde pero objeto de mucha devoción. A partir de 1590 la ermita pasa a pertenecer al término jurisdiccional de Villahermosa y hasta 1682 se sucenden en diferentes fechas varias ampliaciones y mejoras en el templo, hasta resultar el edificio como hoy lo conocemos.
En abril de 1936 ya consta la profanación del Santuario y destrucción de la sagrada efigie, en un comunicado del Obispado de Ciudad Real al Nuncio Tedeschini. La imagen de la Virgen era una talla medieval de postura sedente, revestida con ricos ornamentos y piezas de orfebrería. La única descripción que hay de ella es del año 1515: “una imagen de Nuestra Señora de bulto dorada puesta en una caja labrada de pincel”.
El grabado que aparece más abajo es del primer tercio del siglo XVIII y representa la aparición que dio origen al santuario, según la tradición oral. Al pie del grabado puede leerse: “Verdadero Retrato de Nuestra Señora de la Carrasca venerada en la Villa de Villahermosa. Se hizo (la estampa) a devoción de Don Fernando Joseph Abad y Sandoval, del hábito de Santiago y Capellán de honor de Su Majestad”. Al pié de la carrasca aparece el escudo de armas del referido personaje.
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(Fotografía: obtenida del libro “Salve Regina. Historia de la devoción mariana en Villahermosa” VV. Autores)